La desigualdad sigue aumentando y para el año que viene el 1% más rico de la población mundial podría acumular tanta riqueza como el resto del planeta. Hablamos de 70 millones de personas frente a 7.000 millones. Ya no es posible que este aumento espectacular de la desigualdad pase desapercibido e importantes políticos, como Barak Obama o Christine Lagarde, lo han incorporado a sus discursos. Pero hablar de ello no es suficiente. Ha llegado el momento de que nuestros líderes se enfrenten a los intereses de unos pocos que impiden lograr un mundo más justo y próspero.
Un año más, el Foro Económico Mundial se reúne en Davos del 21 al 24 de enero de 2015. Este año, Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, copresidirá la cita y hará un llamamiento urgente a la acción contra la desigualdad más allá de los discursos. La reunión anual en Davos es el escenario perfecto, ya que se ha convertido en un espacio donde los principales líderes financieros, empresariales y políticos del mundo analizan los problemas más apremiantes a los que se enfrenta el planeta.
Para el 2016, el 1% más rico de la población podría concentrar más riqueza que el resto de la población mundial, como denunciamos en nuesto informe “Riqueza: tenerlo todo y querer más”. En un mundo en el que una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de mil millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día, la desigualdad ya no es un tema que perjudique sólo a los más pobres, sino que está dañando el crecimiento económico de toda la sociedad. Lee nuestra nota de prensa.
La desigualdad también se ha disparado en nuestro país. El 1% más rico de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre, lo que nos convierte en el segundo país más desigual de Europa, por detrás de Letonia. Somos también el país en el que el sistema fiscal es menos efectivo en la reducción de la desigualdad.
Por eso, hemos comenzado una ronda de contactos con los distintos partidos políticos españoles para que incorporen en sus programas electorales medidas concretas para reducir la desigualdad. Además, a nivel internacional pedimos que los gobiernos adopten un plan de siete puntos para luchar contra la desigualdad:
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"Hacer de la lucha contra la desigualdad un objetivo internacional"
"Frenar la evasión y la elusión fiscal por parte de grandes empresas y los más ricos"
"Distribuir el esfuerzo fiscal de forma justa y equitativa, trasladando la carga tributaria del trabajo y el consumo al patrimonio y el capital"
"Invertir en servicios públicos gratuitos y universales, como la educación o la sanidad"
"Fijar un salario mínimo para que todos los trabajadores alcancen un nivel de vida digno"
"Lograr la igualdad salarial y promover políticas económicas a favor de las mujeres"
"Garantizar sistemas de protección social adecuados para las personas más pobres incluido un sistema de garantía de ingresos mínimos"