Costa de Marfil es uno de los mayores productores de cacao del mundo. El 25
por ciento de sus pequeños agricultores son mujeres.
Existen indicios claros de que las mujeres que participan en las
cadenas de suministro de Mars, Mondelez (antes Kraft) y Nestlé están recibiendo
un trato injusto y las empresas no se están enfrentando a estos problemas de
forma adecuada.
La demanda sube, el suministro cae
Una manera de empezar a trabajar en el problema sería
pagar un precio justo por el cacao. "En Nigeria -apuntan- algunos agricultores
ganan 320 naira (2,04 dólares) por cada kilo de granos de cacao. Por lo tanto,
por el trabajo de todo un año un agricultor podría obtener sólo 612 dólares,
menos de 2 dólares al día. Sin embargo, Mars vende cajas de un kilo de
chocolatinas a 26,45 dólares, una cifra que multiplica por más de diez el dinero
que gana un agricultor nigeriano por la misma cantidad de cacao". Entre 40 y 50
millones de personas en todo el mundo dependen del cacao para ganarse la vida.
Pero no una buena vida, sino una vida pde miseria. Como en Costa de Marfil,
donde un agricultor gana 342 dólares al año por su trabajo, cuando el umbral de
la pobreza se sitúa para los marfileños en 5.840 dólares anuales.
La demanda mundial de chocolate va en aumento, pero el
suministro de cacao está disminuyendo debido al cambio climático y el
envejecimiento de la mano de obra. Millones de jóvenes están
abandonando el cultivo de cacao debido a los bajos salarios y la falta
de oportunidades, mientras que los agricultores con más experiencia se están
planteando dedicarse a otras materias primas como el caucho o el aceite de
palma.
Para defender los derechos de las
mujeres las marcas y sus proveedores directos suscriban los Principios para el
Empoderamiento de las Mujeres de Naciones Unidas; que aboguen porque los países
en los que operan promulguen leyes por la igualdad de género en el sector
agrícola; que trabajen con programas de certificación para así incorporar normas
y formación que sirvan para acabar con la desigualdad y que trabajen en ese
mismo sentido con iniciativas sectoriales como la Fundación Mundial del Cacao y
la Organización Internacional del Cacao.