LAS GRANDES RIQUEZAS ENTAN DEVORANDO EL PLANETA

La revelación de Oxfam, en enero de 2014, de que
las 85 personas más ricas del mundo poseen la misma
riqueza que la mitad más pobre de la humanidad
tocó la fibra moral de muchas personas. Ahora, este
exhaustivo informe va más allá de las estadísticas para
analizar la relación fundamental que existe entre la
desigualdad y la persistencia de la pobreza. También
propone algunas soluciones. Al poner de relieve el
problema de la desigualdad, Oxfam no sólo defiende
los intereses de las personas más pobres, sino también
nuestro interés colectivo: cada vez existen más datos
que demuestran que la desigualdad extrema perjudica
de forma significativa y duradera la estabilidad del
sistema financiero y el crecimiento de la economía,
además de retrasar el desarrollo del capital físico,
social y humano necesario para mejorar las condiciones
de vida y el bienestar de las personas. Los políticos
y legisladores están empezando a darse cuenta de
ello. Tenemos el imperativo moral, económico y social
de desarrollar políticas públicas que hagan frente al
incremento de la desigualdad. El informe de Oxfam es
un importante paso en el camino para lograr este objetivo.