HOSPITAL EN LESOTHO PUEDE COMERSE TODO EL PRESUPUESTO SANITARIO

Hospital "modelo" privado amenaza con comerse el presupuesto sanitario de todo un país




El proyecto para construir y gestionar un hospital privado, financiado por la IFC, ha supuesto hasta el 51% del presupuesto sanitario de Lesoto.

Un nuevo hospital gestionado de forma privada y financiado por el brazo crediticio para el sector privado del Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) amenaza con arruinar el presupuesto sanitario de uno de los países más pobres y con un menor índice de salud del mundo.
El Queen Mamohato Memorial de Lesoto es el primer hospital construido, financiado y gestionado por un partenariado público-privado (PPP) en un país de ingresos bajos en todo el mundo. La IFC lo considera un “buque insignia” de la futura sanidad africana y está proporcionando asesoramiento para el desarrollo de proyectos similares en Benín y Nigeria.
En el informe Un Desvío Peligroso, publicado hoy, Oxfam y la asociación de consumidores Lesotho Consumer Protection Association (LCPA) afirman que los costes de gestión y los ligados al préstamo del complejo hospitalario de tan solo tres años de antigüedad y situado en la capital, Maseru, se han disparado hasta los 67 millones de dólares al año o, lo que es lo mismo, el 51% del presupuesto sanitario de Lesotho; tres veces más de lo que costaba el antiguo hospital al que ha sustituido.

Desviando recursos que deberían ir destinados a las personas más pobres

Oxfam teme que el proyecto esté desviando recursos que deberían ir destinados a las personas más pobres, especialmente a aquellas en zonas rurales, y que pone a Lesotho en riesgo de sufrir un futuro aumento de los costes aún mayor.
El consorcio denominado Tsepong Ltd –que incluye al gigante sudafricano del sector sanitario Netcare– resultó adjudicatario de un contrato de 18 años  para la construcción y gestión de este hospital de 425 camas. El retorno de la inversión para el consorcio es de un 25%. La IFC proporcionó asesoramiento para el desarrollo de la propuesta y obtuvo 723.000 dólares como comisión cuando esta resultó aprobada.
La IFC señala que los resultados del nuevo hospital suponen una importante mejora, habiendo conseguido reducir la tasa de mortalidad un 41% con respecto al viejo hospital.

Un plan con fallos y sumamente peligroso

"Todo el mundo quiere que los ciudadanos y ciudadanas de Lesotho reciban una atención sanitaria de la mejor calidad. Desde Oxfam somos los primeros en celebrar el éxito del hospital salvando y curando a personas enfermas. Pero las cifras no cuadran", afirma Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam. "La IFC está abriendo el sector sanitario a las empresas privadas y, si nos basamos en estas evidencias, se trata de un plan con fallos y sumamente peligroso".

Más de la mitad de la población de

Lesotho vive en situación de pobreza y de estas personas, tres cuartas partes viven en zonas rurales donde la pobreza es un 50% superior que en la ciudad. Lesotho tiene la tercera tasa más alta de VIH del mundo. La esperanza de vida es de 50 años, cuando en 1990 era de 60, y la mortalidad materno-infantil va en aumento. Es poco probable que las personas en situación de pobreza busquen atención sanitaria debido a los costes y a la distancia que deben recorrer para obtenerla. El nuevo hospital ha reducido la mortalidad materno-infantil en la capital un 10% pero, sin embargo, en las zonas rurales mueren cuatro veces más mujeres embarazadas que en la ciudad.
El papel que la IFC ha jugado prestando apoyo al nuevo hospital parece contradecir las propias indicaciones del Banco Mundial que aconsejaba a  Lesotho que diese prioridad a la sanidad y la nutrición en las zonas rurales, que aún carecen de importantes recursos.

Promesas rotas de mejorar el sector sanitario

"Nuestro Gobierno está destinando cada vez más dinero a la sanidad, pero no suficiente a las zonas rurales que es donde las personas más lo necesitan. Por el contrario, el dinero acaba en  este hospital de alto nivelen la ciudad  y en los bolsillos de entidades privadas, incluida una de las empresas del sector sanitario más grandes del mundo", subraya el director de LCPA, Lehlohonolo Chefa. "Se prometió a Lesotho una mejor atención sanitaria por el mismo dinero y esa promesa se ha incumplido".
"Otros países de África –y, de hecho, de todo el mundo– deben analizar detalladamente este experimento en Lesotho y tener cuidado de no cometer los mismos errores", dice Lehlohonolo.
"Resulta preocupante que la IFC hayan apoyado una estrategia tan cara y arriesgada cuando se deberían haber estudiado con el Gobierno alternativas públicas más baratas", afirma Byanyima

Los partenariados público-privados son costosos y precarios

El problema que sufre Lesoto no se debe simplemente a que sea un país pobre sino, más bien, a que este tipo de partenariados público-privados son de por sí costosos y precarios. En Australia se han dado dificultades e ineficiencias con este tipo de PPP y en un número significativo de casos los proyectos han vuelto a ser propiedad pública. El Gobierno de Japón ha incumplido muchos de sus acuerdos de PPP y el servicio nacional de salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) se está viendo obligado a recortar empleos y salarios debido a no poder hacer frente  a una iniciativa de financiación privada. Sin embargo, países como Turquía, Malasia, Brasil, México, Sudáfrica, Chile y Perú están explorando la posibilidad de establecer partenariados público-privados.
Oxfam y la LCPA afirman que la responsabilidad de la IFC al exponer a Lesotho a un contrato a largo plazo tan costoso y arriesgado debería ser investigada y, hasta entonces, el Banco Mundial debería evitar que esta asesorase sobre PPP en el ámbito de la salud.